La luna roja
Llamada a mi madre
Llamada a la Naty
“la Consagración de la Primavera”, Stravinsky
Un reencuentro con la Sinfonía de las Lamentaciones
La añoranza de algún día la inversión de los colores del cielo
Vueltas por lugares siempre indeseados
Recuerdos de la orquesta, mi madre y la Caro
“La noche llena de arpegios,
La copa de los nogales” suena en mi cabeza
Recuerdos con la banda frente al mar en una playa de nadie
Un barco “estacionado” a kilómetros de algún puerto
Miles de planes en cabeza:
Embotellar té de almendras
Estudiar más que nunca antes
Volver a lo del sushi
Caminar sin rumbo alguno nuevamente
Audífonos nuevos
Idas más frecuentes al colegio
Comprar un manos libres
Una nueva carcasa para el fono, más estético que nunca
Saludar más seguido a mis vecinos, conserjes y peatones.
La luna se vuelve nueva, roja sangre
Como siempre ha sido
Casas en tierra de nadie interludan el camino
… miles de historias que contar
Vidas admirables, otras despreciables
La gente se cambia de casa más seguido que de ropa
Su gente se enferma, nace, muere.
Siguiendo estoicos por sus vidas…
Sin dar respiro alguno
A un pucho
Nada
Nada más
… sobreviviendo
Viviendo
Viviendo…
Gente enormemente fuerte que pasa desapercibida a ojos del mundo,
Gente eternamente anónima por propia decisión
Gente infinitamente noble algunas veces
Gente totalmente mala muchas más
Por fin ver las estrellas después de un mes deprivado de su luz
Llevo dulces de la ligua a mi madre,
Que por primera vez en mi vida no me como
Un mapache de los “animalitos melancólicos” me saluda tiernamente
Por primera vez me indigna no ser registrado en el micro
Schumann sigue siendo hermoso aunque apenas me lo estudie, insisto
Ahora el diablo está en la música según Karl Jenkis
Mis piernas arden producto de una frazada de polar
UNA CADENA ES TAN FUERTE COMO SU ESLABON MAS DEBIL