Ni la más potente manzanilla
sería capaz de calmar esta tristeza
Ni la más grotesca de las piezas musicales
perturbaría la presencia de esta pena
Ni el más letal de mis venenos
eliminaría de mi boca esta aspereza
Ni el más grande en mis cuchillos
dañaría en lo más mínimo este pesar
Ni la más elaborada teoría
dilucidaría parte alguna de este peso
Ni el más secreto de todos los dialectos
tendría palabra alguna para esto
Ni la enfermedad más sigilosa
se compararía con lo que hoy yo siento
Ni el más bello de todos los adagios
evocaría en lo más mínimo este dolor
Ni la escucha de un crepúsculo de cellos
describiría parte alguna de este infierno
Ni el escuchar palabra tuya
bastaría para sanarme
Ni el adalid de la luz blanca
algo haría por rescatarme de este mal
Ni el más mortal de mis solventes
roería la más ínfima fracción de esta agonía
Ni siquiera el abrazar la muerte
solución será para cumplir esta condena